
Déjame decirte
una cosa, desde que era niña siempre fuiste mi gran razón de vida, lo fuiste
todo, mi amigo, mi ángel, mi héroe, mi padre y mi gran ejemplo de vida a
seguir. Contigo a mi lado aprendí a ser fuerte, aprendí a nunca rendirme, pase
lo que pase seguiré en pie con la frente en alto. Ya toqué fondo una vez y el
mundo se fue a negro, sin esperanza y llena de dolor y desesperación, tú
quisiste lanzarte a ese abismo sin pensarlo dos veces solo para ayudarme a
saltar con fuerzas en el momento que ya no había más fondo del suelo que caer… saltaste
a mi lado para volar alto y hacerme entender que todo es posible en esta vida,
ese día mi corazón explotó de felicidad y paz, me sentí segura y preparada para
lo que se viniera…
En estos
momentos puedo comprender cuando la gente dice q la persona a quien amas esta siempre
en tu corazón a pesar q ya partió de este mundo, ahora entiendo lo que se
siente que vivas dentro de este corazón que tú y mi madre me han dado, siempre
recordaré con felicidad y alegría tu paso por este mundo, porque a pesar de las
desgracias que vivimos como familia, con el tiempo tú, padre, supiste hacernos reír
y mostrarnos las cosas lindas de la vida, nos enseñaste a no tener rencor, y no
preocuparnos de las cosas cuando no tienen solución, fuiste nuestro viejo sabio
quien nos contó sus mil historias de aventuras de cuando eras un niño y de las anécdotas
de tu trabajo, me enseñaste a ser práctica, y nunca avergonzarme de dónde vengo
y de donde crecí y lo principal me enseñaste aceptarme quien soy yo realmente y
me amaste así de loca y traviesa, así de soñadora y con mi cabeza en otro
mundo, creíste siempre en mi cuando nadie lo hacía, siempre dijiste que yo podía
llegar lejos…
Deseaste q estuviéramos
unidos siempre como una gran familia, quizás te fallamos en el modo que tú querías,
pero sé que sabes que siempre estuvimos y estaremos unidos, el lazo que existe
entre padre e hijos es muy fuerte y hermoso, también nos enseñaste a estar
siempre unidos nosotros como hermanos, te cuento que a ellos los amo más que
todo en este mundo y soy feliz de que estén aquí conmigo, tú y mamá ya
partieron su vuelo a lo más alto de este universo y sé que donde quieran que estén
nos siguen ayudando y protegiendo de todo mal, mientras tanto nosotros aquí trataremos
de seguir siempre tu ejemplo y cuidarnos y amarnos siempre como hermanos, a
nuestra manera pero lo haremos…
Hiciste una
promesa de vivir hasta cuando tengas a tus primeros nietos, por cosas de la
vida no se pudo lograr, pero sé que ahí estarás cuando eso suceda, no estaré
enfadada contigo porque te fuiste antes, sé que Dios te necesita a su lado
porque eres un buen ángel guardián. Nunca, jamás en la vida olvidaré quien
fuiste, cuando tenga mis propios hijos les enseñare lo que tú nos enseñaste y
serás su héroe de sueños, ellos sabrán quien eras y lo que significabas para
nosotros, te van admirar tanto como nosotros tus hijos… serás nuestra leyenda…
De verdad
estoy muy agradecida de Dios y del universo por darme los padres más lindos del
mundo, quienes hacen notar siempre su presencia con sus enormes y hermosas alas
de ángeles que nos protegerán siempre… y sé que en estos momentos mientras
escribo estas palabras los tengo a ustedes dos a mi lado orgullosos y felices
de quienes somos nosotros como sus hijos y de todo el amor que tenemos entre
nosotros… papá tu siempre serás mi pilar de vida, con tu partida no se
derrumbó, al contrario, se hiso más fuerte para poder soportar todas las
tormentas que se nos presente en la vida, así que queridos padres, prometo
nunca rendirme y ser feliz, sonreír siempre y dar amor del bueno, cada paso que
daré de hoy en adelante tendré más confianza en mí, no fallaré y si tropiezo,
no se preocupen, sabré levantarme y seguir firme adelante, viviré cada momento con
alegrías en este mundo en honor a ustedes, daré lo mejor de mí siempre… y
cuando mi día de la partida llegue sé que volveré a ser una niña que correrá a
sus brazos y me dirán “bien hecho hija, lo hiciste bien…” los amaré siempre…
siempre…
No hay comentarios:
Publicar un comentario